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Atención Plena, el arte de vivir la paz interior

Durante los últimos tiempos se ha comenzado promover el desarrollo de la conciencia plena, como modo de vivir el aquí y ahora en medio de las tensiones y múltiples distracciones de esta época. La atención plena se dirige a potenciar la aceptación de determinadas situaciones y emociones. No obstante, también se utiliza para fomentar la relajación, autoconocimiento y atención.

A medida que aprendemos a desarrollar esta capacidad de atención, comenzamos a vivir de manera más plena, nos resulta más fácil aceptar las situaciones, somos más receptivos y mucho menos críticos. De esta forma, nuestra mente deja de vagar continuamente para concentrarse cada vez más en el presente.

A continuación presentamos unos ejercicios que pretenden ayudar a alcanzar la atención plena. Son excelentes para relajarnos, mejorar nuestra productividad y lograr ponderar mejor las situaciones del presente. Estas técnicas que vamos a ver sirven tanto para adultos como para niños.

Atención plena es la conciencia del momento presente. Es vivir aquí y ahora. El efecto de esta práctica es la paz mental.

Pero, ¿cómo mantenerse en contacto en “el aquí y ahora” si tu mente divaga de un lado para otro? La respuesta está en la “atención plena”. Parece difícil lograr este tipo de atención pero para eso vamos a exponer unos ejercicios con los que podrás lograrlo si practicas diariamente.

Estas técnicas mentales son una excelente manera de aumentar nuestra calidad de vida.

Ejercicio 1: un minuto atención plena

Es un ejercicio de atención consciente relativamente sencillo en cuanto a su planteamiento. Se puede hacer en cualquier momento durante el día.

Programa una alarma para que suene exactamente en 1 minuto. Durante los siguientes 60 segundos, tu tarea consiste en centrar toda tu atención en la respiración. Es sólo un minuto deja tus ojos abiertos y respira normalmente. Seguramente tu mente se distraerá en varias ocasiones pero no importa, dirige nuevamente tu atención a la respiración

Este ejercicio de atención es mucho más poderoso de lo que te puedes imaginar. Se necesitan muchos años de práctica antes de que seas capaz de completar un solo minuto de atención plena.

Puedes practicar este ejercicio varias veces durante el día para restaurar tu mente al momento presente y proporcionarle un poco de paz.

Con el tiempo, poco a poco, se puede extender la duración de este ejercicio en períodos más largos.

Ejercicio 2: Observación Consciente

Recoge un objeto que tengas a tu alrededor. Puede ser una taza de café o un lápiz, por ejemplo. Colócalo en tus manos y permite que tu atención sea totalmente absorbida por el objeto. Solo observa.

Notarás una mayor sensación de estar presente en “el aquí y ahora” durante este ejercicio. Te vuelves mucho más consciente de la realidad. Observa cómo tu mente libera rápidamente los pensamientos del pasado o del futuro, y lo diferente que te sientes al estar en el momento presente de una manera muy consciente.

La mente es como un poderoso faro que te permite ver mucho más de lo que estás mirando. Una brizna de hierba brilla al sol, literalmente, con un intenso color verde fluorescente… También puedes practicar la observación consciente con tus oídos. Muchas personas encuentran que “escuchar atento” es una técnica de atención más fuerte que la observación visual.

Ejercicio 3: Contar 10 segundos

Este ejercicio es una simple variación del ejercicio 1. En este ejercicio, en lugar de centrarse en tu respiración, cierra los ojos y concéntrate únicamente en contar hasta diez. Si tu concentración tiende a dispersarse, empieza de nuevo en el número uno. Quizás te ocurra esto:

Uno… dos… tres… ¿qué le voy a decir a Juan cuando me lo encuentre? Oh, Dios, estoy pensando.”

“Uno… dos… tres… cuatro… esto no es tan difícil después de todo… ¡Oh, no …. eso es un pensamiento!”

“Uno… dos… tres… ahora ya lo tengo. Estoy muy concentrado ahora… Dios, otro pensamiento.”

Ejercicio 4: Señales de atención

Centra tu atención en la respiración cada vez que una señal específica se produzca. Por ejemplo, cada vez que suene el teléfono, rápidamente pon tu atención en el momento presente y mantén la concentración en la respiración.

Basta con elegir una señal adecuada para ti. Tal vez decidas ser plenamente consciente cada vez que mires en el espejo. ¿O será cada vez que tus manos se toquen entre sí? Quizás elijas como señal el canto de un pájaro.

Desarrollar y practicar esta técnica de atención tiene un inmenso poder relajante.

Ejercicio 5: La respiración consciente

Este ejercicio se puede hacer de pie o sentado, y casi en cualquier lugar y en cualquier momento. Todo lo que tienes que hacer es quedarte quieto y concentrarte en la respiración durante un minuto.

Comienza por inhalar y exhalar lentamente. Un ciclo debe durar aproximadamente 6 segundos. Respirar por la nariz y exhalar por la boca, dejando que la respiración fluya sin esfuerzo.

Deja de lado tus pensamientos durante un minuto. Deja de lado las cosas que tienes que hacer más tarde. Simplemente céntrate en tu respiración durante un minuto.

Si has disfrutado de este minuto de calma mental, ¿por qué no lo aumentas a dos o tres minutos?

Ejercicio 6: Ser consciente de las pequeñas y rutinarias acciones que realizas todos los días

Este ejercicio está diseñado para cultivar una mayor conciencia y apreciación de las simples tareas diarias.

Piensa en algo que hagas todos los días más de una vez; algo que des por sentado, como abrir una puerta, por ejemplo. En el mismo momento en que se toca el pomo o la manilla para abrir la puerta, siente en profundidad todas las sensaciones de ese momento: la calidez del pomo, el cómo lo giras, la suavidad del mismo.

Este tipo de consciencia plena no tiene porqué ser únicamente física. Por ejemplo: cada vez que crees un pensamiento negativo, puedes optar por tomar un momento para parar, etiquetar el pensamiento como inútil y liberar la negatividad. O, tal vez cada vez que huelas a comida, toma consciencia de ese olor y aprecia la suerte que tienes de tener un buen alimento para comer y compartir con tu familia y amigos.

Te invito a comenzar practicando alguno de ellos y verás que poco a poco podrás ir incrementando tu nivel de conciencia y bienestar.

Tomado de Rincón de la psicología Jennifer Delgado Suarez y del Blog Recursos de Autoayuda

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Testimonios             

"He participado en dos talleres del IDHP y encuentro que son herramientas muy poderosas para el crecimiento y maduración afectiva y espiritual. He podido manejar mi coraje y mi autoestima de una manera sorprendente. A pesar de haber hecho retiros y talleres nunca he experimentado algo tan productivo en mi vida."

 

Robert B Medina Radesco

"Quiero agradecerles  por ser

tan amables y por esa bella labor que  realizan ayudando al prójimo a ser una mejor persona, a quererse a sí mismo , a buscar la felicidad y sobre todo a tener esa fe en nuestro Creador para podernos ayudar y aportar ese granito de arena llevando amor a los corazones heridos para que puedan transmitir amor, paz , y fe a toda la humanidad para hacer un mundo mejor. 🌞 este es el logo de mi niña así me vi con una cara sonriente e inocente, el sol significa vida y sus destellos de luz son los que iluminarán mi vida y no me dejarán caer en la oscuridad."

Ida Rodríguez 

Adjuntas, Puerto Rico 

"El pasado mes de marzo de 2016, participé en el Taller de Crecimiento Personal. En aquel momento estaba enfrentando una triple pérdida: salud, trabajo y pareja. Sin embargo, darme la oportunidad de esta experiencia me permitió identificar todas aquellas marcas del pasado, la mayoría muy dolorosas, que no me permitían ver con claridad lo valiosa que soy. La forma en que me percibía, mi manera de ver la vida y de enfrentar sus retos cambió significativamente. Hoy soy una mujer feliz y de una fe renovada que disfruta y vive su presente con gran valentía, serenidad y optimismo”.

Oneliss Rolón Nieves 

Participante Puerto Rico 

"Mi experiencia después del taller ha sido  volver a constituir la fe dentro y fuera de mí con la mente, el corazón y el espíritu.  Entender que a pesar de cualquier problema grande o pequeño, de experiencias que nos quitan la esperanza y las fuerzas, la fuerza más grande es el amor, no solo el amor que se sueña sino el que se puede contagiar, compartir y dar sin pedir nada a cambio.

 

 Y por último, el hecho de poder compartir con la gente especial que transmite y aporta tanto material en tan poco tiempo, me dejó una huella donde cuanto más tomo conciencia más me doy cuenta del trabajo incansable que es llevar paz y ser humano.

 

 Gracias por siempre, gracias por haber elegido ese camino, porque sin tal vez comprenderlo, afectan en buen sentido el camino de muchas personas, en este caso el mío y  las personas que están dentro de  él”.

Dario Agustin Ronconi 

Orlando, Florida 

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